El Employee Advocacy es el programa de impulso de los embajadores de marca internos. Se trata de un proceso estratégico que parte de dos datos clave:
Estos programas ofrecen ventajas a tres departamentos clave de la compañía:
Las empresas son su gente, y eso se hace patente y visible consiguiendo que directivos y resto de profesionales sean verdaderos portavoces de los valores corporativos.
Saber quién hay detrás de una organización o una marca es un estímulo para el mercado, ya que nos sitúa en plano de igual a igual.
Esa relación P2P (persona a persona) es la que genera valor, empatía y, por consiguiente, confianza, la munición emocional previa a toda transacción. Nosotros no confiamos en la plataforma TripAdvisor ni en la marca de un hotel que se valore ahí. En quien sí confiamos es en miles personas como nosotros que han emitido una opinión basada en su experiencia propia sobre el hotel.
Los programas de employer branding no son efectivos si antes no se ha trabajado en la mejora del clima interno. Pero sin duda, el hecho de que el talento potencial externo vea que los empleados tienen un papel clave en la comunicación de la organización, atrae y mucho.
Aquí rige la máxima Employee engagement = Brand engagement (la interacción del empleado es interacción de la marca). Sabemos que tanto el alcance o cobertura como el engagement se multiplican de manera notoria cuando los profesionales de la organización comparten los contenidos corporativos en sus redes personales. Cuando tratemos el retorno de la inversión hablaremos de cifras y porcentajes concretos.
Al dar la opción a los equipos internos de representar oficialmente a la empresa, mejora la confianza interna. Desaparece la opacidad, se humaniza la comunicación a través de blogs corporativos, vídeos con los empleados y posts compartidos en redes sociales. A esto lo llamamos “accionariado emocional”, esa sensación de que parte de la marca y la compañía te pertenece aunque no tengas participaciones legales.
Se produce un claro retorno de inversión en los programas de employee advocacy, especialmente en ventas, RR.HH y Marketing / Comunicación.
Retorno en ventas. Se traslada en tres áreas:
Por ejemplo: Los comerciales que utilizan las redes sociales como parte de sus técnicas de ventas venden un 78% más que el resto (Fuente: Forbes, en base al libro “The rise of the social employee”).
Retorno en contratación de profesionales. En dos ámbitos:
Por ejemplo: Los empleados de empresas socialmente activas manifiestan tener un 20% más de probabilidades de permanecer en la empresa (Fuente: Altimeter & LinkedIn Relationship Economics 2014).
Retorno en marketing / comunicación:
Por ejemplo: El contenido compartido por los empleados sociales consigue un engagement 8 veces mayor que el conseguido por los canales corporativos (Fuente: Social Media Today).
Esta es la mejor parte. El famoso win-win es real. Si los valores del profesional están alineados con los de la organización y sus marcas, todo resplandece.
Lo habitual es centrarse en la job description. Pero los embajadores de marca internos convencidos son inconformistas, siempre van más allá y miran globalmente por la marca. Ahí está la gran diferencia entre alguien que “cumple” o alguien que aporta. Evita que los árboles no te dejen ver el bosque.
Tiene lógica que si un profesional acepta participar en este programa de employee advocacy obtenga información más fresca y de calidad. En un programa avanzado, el propio profesional creará contenidos para un blog corporativo que llevarán su firma.
Nuestra reputación digital se basa en lo que publicamos. Al compartir contenidos de nuestra organización, además de ser algo natural, empezamos a fortalecer nuestra marca profesional al ocuparnos de un campo de experiencia. En pocas palabras, la marca corporativa proyecta la marca personal.
Quizás conozcas la forma de interactuar, compartir contenidos, conversar en red. Pero ¿sabes dónde encontrar los mejores contenidos (sin que se llene tu buzón de correos)? ¿Sabes cómo guardar y clasificar enlaces? ¿sabes cómo tratar el SEO de las redes profesionales? ¿sabe cómo dejar programados los contenidos de una semana entera? ¿sabes cuáles son las mejores horas para publicar en cada red?
Sin duda, la formación que trae consigo este tipo de programas es de gran valor, y contribuye a sumar competencias de comunicación y digitales.
Para acabar, el llevar la camiseta de tu marca te convertirá no solo en portavoz, también en un profesional de confianza, alineado reconocido e influyente. Eso te sitúa en un plano de preferencia cuando alguien de la organización busque líderes informales para tareas de mayor responsabilidad.
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